¡Lo que faltaba! ¿Para comer o cocinar también necesitamos matemáticas?
Tranquilos. Afortunadamente la humanidad ha logrado guisar y comer desde siempre sin saber grandes cosas. Pero entonces ¿para qué este libro? Pues para divertirnos mientras aprendemos un poco de matemáticas. Para descubrir la importancia de la ciencia en utensilios como las latas de conserva, el wok o la olla a presión; para ver con otros ojos verduras con formas fractales; para aplicar las recetas de un libro a nuestro número de comensales; o simplemente, para aprender a hacer dieta de forma más efectiva. Porque los números están presentes en las etiquetas, en las cantidades, en los volúmenes, en las temperaturas de cocción. Hay una geometría de los objetos, de los ingredientes. Y en la cocina hay que hacer reglas de tres, sumas y porcentajes. Por no hablar, claro, de la importancia de la economía doméstica en el carro de la compra. Todos somos cocineros y comensales y por tanto el libro quisiera ser de interés para cualquiera que desee ver esas relaciones curiosas entre geometría y cocina. Y convertirnos, así, en auténticos mateschefs.
Para convertirse en un buen chef hace falta algo de pericia, creatividad y, además, ¡saber un poco de matemáticas! Quizás nunca lo habías pensado, pero la cocina está muy relacionada con esta ciencia. Este libro te ayudará a descubrir tu mateschef interior de forma fácil y divertida. Podrás aprender trucos culinarios y recetas sorprendentes, a la vez que repasas tus conocimientos matemáticos y resuelves enigmas como:
¿Qué teorema está asociado a un sándwich de jamón? ¿Qué relación hay entre Gaudí y las patatas Pringles? ¿Por qué el teorema de Pitágoras justifi ca que no haya ollas con tapa cuadrada? ¿Cuáles son las reglas de oro para servir bien una mesa y distribuir a los comensales? ¿Por qué a Arquímedes le gustarían hoy los gin-tonics?
Saber lo que ocultan tus fogones o los ingredientes de esa deliciosa pero temible receta te ayudará a entender cómo funciona realmente tu cocina con sus números, sus proporciones, su geometría, sus reglas de tres
y a triunfar con tus comensales. Porque a veces puede parecer cosa de magia, pero lo que de verdad cuenta es tener paciencia y echarle a todo una pizca de matemáticas.
